PASO 1: PREPARA TU PIEL
Tu viaje hacia una piel más sana comienza con un rostro limpio y seco. Una limpieza adecuada de la piel garantiza que la pluma de plasma pueda funcionar de forma eficaz.
Esto es más que una rutina de limpieza; se trata de preparar tu piel y a ti mismo para un viaje transformador en el cuidado de la piel.
PASO 2: UTILIZAR LA PLUMA DE PLASMA
Con la piel preparada, deslice suavemente la pluma de plasma de fibroblastos sobre las áreas deseadas. Este dispositivo avanzado produce pequeños destellos de plasma (también conocidos como carbonatación ionizada), creando pequeños puntos en la piel.
Cada punto es un punto desencadenante del rejuvenecimiento, que marca el camino hacia una apariencia más radiante y juvenil.